[… Sigue] Y así fue como, bajo un techo decorado con escudos de las diferentes provincias españolas, apareció el comedor en todo su esplendor, con una hermosa chimenea de mármol al fondo y un aparador sobre el que descansaba la delicada vajilla de fina porcelana parisina, que estaba tanto en boga en esa época. Sigue leyendo