La recién inaugurada Montaña de los Gatos -que, en realidad, se parece más a un cerro de unos pocos metros de altura- fue mandada construir por el rey Fernando VII en el 1800, y se encuentra en el conocido parque madrileño de El Retiro, a la altura de la calle O’Donell esquina con la avenida Menéndez Pelayo. Esta edificación singular, que se adscribe al género arquitectónico de los “caprichos”, debe su nombre a las colonias de felinos que la poblaban en el pasado, y después de haber estado cerrada durante dos décadas ha vuelto a abrir sus puertas al público para que los paseantes puedan disfrutar no sólo de las exposiciones escondidas en su sugestivo espacio abovedado interior, de forma circular, como la de “A Belén, venid”, de la pasada Navidad -la puedes ver aquí– sino también del panorama que se disfruta desde su “cima”, entre bucólicos senderos ajardinados, hermosos estanques y cascadas artificiales.
En efecto, desde “las alturas” se puede gozar de unas vistas privilegiadas del parque más famoso de la capital, declarado Patrimonio de la Humanidad junto al Paseo del Prado, y, en especial, de la hermosa Casita del Pescador y de los evocadores restos románicos, y románticos, de la Ermita de San Pelayo y San Isidro de los cuales te hablaré en un futuro post.
P.S. Si quieres ver un video «aliapiediesco» sobre esta pseudo-montaña sin gatos, pincha aquí.